jueves, 31 de marzo de 2011

Greenpeace advierte del riesgo para Tokio si no se controla la situación de la nuclear

La organización acusa al Gobierno de ocultar adecuadamente todos los riesgos. Jan van de Putte, experto belga en seguridad radiactiva de Greenpeace, ha estado durante dos días en la zona cercana a la central nuclear de Fukushima, donde ha realizado con un equipo local de la organización ecologista una serie de mediciones. Los resultados, según cuenta, revelan que la radiación en algunos lugares fuera de la zona de exclusión (20 kilómetros) y de evacuación voluntaria (30 kilómetros) es tan elevada que las autoridades deberían imponer la salida de quienes viven aún en estas zonas. Cree también que, dada la magnitud de la población de Tokio (13 millones), la radiactividad ya fugada "tendrá un impacto en los habitantes de la capital, como un incremento de los casos de cáncer a largo plazo". Pero su mayor preocupación es "que se produzca un accidente mayor del ocurrido hasta ahora, como una fusión del reactor o una gran explosión, que genere una nube radiactiva". ¿Qué pasaría entonces? "En el peor de los casos, convertiría un área en la que viven 30 o 40 millones de personas en un sitio donde sería difícil poder vivir y trabajar. Y si se aplican los mismos criterios que en Chernóbil [Ucrania, 1986], toda la gente debería ser evacuada a largo plazo. Evacuar Tokio llevaría años", dice. Van de Putte y su equipo han detectado en la población de Iitate -a 40 kilómetros de la central- unos niveles de radiación hasta de 10 microsievert por hora, y en otros puntos cerca de Tsushima -a algo más de 30 kilómetros de la central-, más de 100 microsievert por hora. "Cualquiera que pase solo unos pocos días en estas zonas podría resultar expuesto a la dosis máxima de radiactividad acumulada permitida al año (que es de 1 milisievert o 1.000 microsievert)", afirma. Se considera que una exposición a 100 milisievert por año es el umbral a partir del cual es evidente el incremento del riesgo de sufrir cáncer. El Gobierno japonés ha afirmado que las mediciones de Greenpeace no son fiables, pero, según Van de Putte, "no hay contradicción" entre sus datos y los datos oficiales. "El Gobierno sabe que los altos niveles de radiación han superado la zona oficial de evacuación y no está informando a la gente de los riesgos. [...] La contradicción está entre los datos y la acción del Gobierno". "Las autoridades deben actuar urgentemente. En un marco ideal, habría que ampliar toda la zona de evacuación, pero, dada la situación de emergencia, recomendamos que se comience por las áreas más contaminadas, dando prioridad a los niños y a las mujeres embarazadas", dice.

La radiactividad en el mar japonés se dispara 4.385 veces por encima del límite legal

Tokio endurece los requisitos de seguridad en las centrales nucleares pero rechaza aumentar la zona de exclusión a pesar de que la contaminación la desborda. La radiactividad en el mar japonés se dispara. En los alrededores de la central de Fukushima la yodina supera en 4.385 veces el límite legal, superando a la cifra récord de 3.355 veces registrada ayer en muestras de agua a 330 metros al sur de un desagüe cercano a los reactores 1 a 4 de la central. El primer ministro, Naoto Kan, por otra parte, ha reiterado que la central será desmantelada en cuanto sea posible, según ha declarado el líder del Partido Comunista japonés, Kazuo Shii. Mientras continúan los esfuerzos por drenar el agua contaminada en la central, el Gobierno japonés, muy criticado por la gestión de la crisis nuclear, ha rechazado la recomendación del OIEA de ampliar la zona de exclusión nuclear de 20 kilómetros de la que hasta ahora ha evacuado a todos sus ciudadanos. La oficina atómica de la ONU había propuesto la medida después de que la contaminación en la localidad de Iitate, de 7.000 habitantes, situada a 40 kilómetros de la planta, desbordara los límites normales. "Una primera apreciación indica que ha sido sobrepasado uno de los criterios del OIEA", señaló ayer Denis Flory, subdirector de Seguridad Nuclear de la organización. La ampliación de la zona de exclusión habría supuesto el desplazamiento de unos 130.000 habitantes más, que se sumarían a los 70.000 ya evacuados. Lo que sí ha hecho sin más delación el Gobierno es dar orden de que se incrementen las medidas de seguridad en las 55 plantas atómicas del país con efecto inmediato. Los nuevos requisitos, que deberán haber sido cumplidos para finales de abril, incluyen la obligación de disponer de generadores eléctricos de emergencia móviles para suplir posibles fallos en la red de suministro principal, y tener camiones de bomberos con las mangueras preparadas en todo momento para garantizar la refrigeración de los reactores y las piscinas de las barras de combustible usado en caso de necesidad, según dijo el Ministerio de Economía, Comercio e Industria. Otras medidas, como la construcción de muros de protección contra tsunamis más altos, serán consideradas tras haber llevado a cabo una evaluación completa del desastre en la central de Fukushima I. Tokio también revisará su política energética para impulsar las renovables. "Estas son medidas mínimas que ahora pensamos que deben ser tomadas inmediatamente", dijo Banri Kaieda, portavoz del Ministerio, informa Reuters. Kaieda afirmó que el plan no precisa que se paralice el funcionamiento de las plantas. Casi el 90% de los reactores de Japón no han cumplido aún las normas de seguridad dictadas en 2006 sobre protección contra tsunamis. Antes del desastre, que afectó gravemente al complejo nuclear y la red de distribución, la energía atómica suponía el 30% de la capacidad de generación eléctrica de Japón; un porcentaje que se pensaba incrementar hasta el 50% para 2030, uno de los más altos del mundo. El anuncio de las nuevas medidas de seguridad supone un reconocimiento de que las normas existentes hasta ahora eran inadecuadas e insuficientes para hacer frente al terremoto de magnitud 9 en la escala Richter y el tsunami que devastaron la costa nororiental del país. Contaminación hasta en Nueva York Hoy la contaminación ha llegado incluso (en dosis prácticamente imperceptibles) a la lluvia de Nueva York y a productos lácteos en Estados Unidos. Desde que el 11 de marzo, las perspectivas de estabilizar la situación en Fukushima parecen cada vez más lejanas. Los equipos de emergencia continuaron ayer la lucha para retomar el control del complejo atómico, situado unos 240 kilómetros al norte de Tokio, de donde se sigue fugando la radiación. Ayer fue detectado humo que salía de la central Fukushima II, situada a varios kilómetros de la primera y que se encuentra en parada estable desde el terremoto. Las autoridades afirmaron que el humo procedía de un panel de distribución eléctrica. El presidente de Tokyo Electric Power (Tepco), Tsunehisa Katsumata, dijo que cuatro de los seis reactores de la planta (del número 1 al número 4) serán cerrados y nunca volverán a ser utilizados. Una declaración que suena extemporánea cuando la situación de varios de los reactores ni siquiera está estabilizada, la amenaza de una gran fuga radiactiva sigue viva, y, según algunos expertos, la crisis puede tardar meses, e incluso años, en ser resuelta. "No estamos en situación de poder decir cuándo podremos tener esto bajo control", reconoció Yukio Edano, portavoz del Gobierno. Tepco dijo que llevará "bastante tiempo" estabilizar los reactores que están sobrecalentados. Por otra parte, en Tokio, los emperadores de Japón, Akihito y Michiko, visitaron ayer por primera vez a centenares de refugiados a causa del seísmo en un centro de acogida de la capital. El balance de víctimas por el terremoto ha ascendido a 11.417 muertos y 16.273 desaparecidos, según datos de la Agencia Nacional de Policía.

lunes, 28 de marzo de 2011

Condiciones extremas

Un enorme continente cubierto por una capa de hielo, pero no dormido. La Antártida muestra cómo la vida surge en las situaciones más duras . Dios mío, este es un lugar espantoso! Y espantoso sobre todo para nosotros, que nos hemos esforzado tanto sin vernos premiados por la prioridad...", escribió el británico Robert Falcon Scott en su diario, poco antes de que él y sus cuatro compañeros murieran congelados al regresar del Polo Sur. El noruego Roald Amundsen se les había adelantado 35 días: llegó al centro de la Antártida el 14 de diciembre de 1911. A punto de cumplirse el centenario de la hazaña de estos pioneros, la Antártida continúa siendo ese continente inhóspito, pero al mismo tiempo fascinante, al que pertenecen el 10% de las tierras emergidas del planeta, cubiertas en más de un 99% por una capa de hielo de una profundidad media de 2,2 kilómetros y máxima de cinco. Ostenta récords como ser el lugar donde se han registrado la temperatura más baja (-89,2 grados en julio de 1983) y los vientos más intensos (327 kilómetros por hora en julio de 1972). Condiciones extremas tras las que se parapeta un entorno único para el planeta que no pertenece a nadie, sin más población que los investigadores (unos 4.000 en verano y 1.000 en invierno) y los cada vez más numerosos turistas (36.881 en la temporada 2009-2010), según la Asociación Internacional de Tour Operadores Antárticos (IAATO). Las reservas de petróleo, gas, cobre y otros metales y minerales que posee la Antártida la han puesto en el punto de mira de los Gobiernos. De momento, el entorno se preserva gracias a su inaccesibilidad natural y al Sistema del Tratado Antártico (1959), ratificado por 48 países, entre ellos España, que garantiza el uso pacífico del continente y su consagración a la ciencia. "El tratado ha demostrado su efectividad. Por ejemplo, ha puesto freno a las reivindicaciones territoriales de algunos países y a la explotación de los recursos minerales al menos hasta 2048", indica Jerónimo López, geólogo, delegado de España en el Comité Científico para la Investigación en la Antártida (SCAR) y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, con nueve expediciones antárticas a sus espaldas. "¿Qué hacemos los científicos allí, tan lejos? La Antártida es un lugar clave donde se desarrollan procesos que afectan de forma global al planeta, a las corrientes, al clima. Por ejemplo, gracias a que desde principios de los sesenta se realizaban mediciones se detectó el agujero de ozono en los ochenta, cuyas causas no se habían producido allí, sino en el hemisferio norte, y se pudieron tomar medidas para frenar su efecto, que podría haber sido catastrófico", explica López. Y no solo eso, como recalca Josep María Gili, biólogo marino y responsable de la actual campaña de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la Antártida: "Al contrario de lo que se podría pensar, no es un continente dormido a causa del frío. Se trata de una de las reservas más importantes de biodiversidad marina del planeta". Gili era un poco escéptico al principio. "Pensaba que a partir de 50 metros no iba a encontrar nada. Pero hay vida, y mucha. Por poner un ejemplo, se han localizado unas esponjas que pueden medir hasta dos metros de altura y tener cientos de años". Un equipo del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, compuesto por 40 científicos de nueve países, investiga ahora en la Antártida la recuperación del fondo marino de las bahías Larsen, que se habían mantenido bajo una placa de hielo durante los últimos mil años. Una explosión de vida ligada al mar y al hielo marino, porque el centro de la Antártida es un desierto en el que hay menos precipitación que en el Sáhara. El continente mide 14 millones de kilómetros cuadrados y contiene el 90% de hielo del mundo y el equivalente al 80% del agua dulce existente. Durante el invierno austral, la superficie del mar se congela y cubre un área de 20 millones de kilómetros cuadrados; el continente duplica así su extensión. En esas plataformas se acumula el fitoplancton, unas algas microscópicas de las que dependen todas las formas de vida marina. Al fundirse esta cubierta en los meses de verano, el fitoplancton se libera. Es el alimento más esperado. Primero, por el krill, una especie de camarón de 60 milímetros de longitud que avanza en grandes bandadas -en 1981 se encontró una que ocupaba 450 kilómetros cuadrados-. El krill es a su vez la base de la alimentación de peces, pingüinos y otras aves marinas, ballenas y focas. Por otra parte, el hielo continental, que no se funde ni en verano, es el mejor registro de la evolución del clima en la Tierra. Para hacerse una idea de la magnitud de esta masa, si se llegara a derretir por completo, el nivel de los océanos aumentaría unos setenta metros. "El hielo más antiguo que se ha encontrado aquí data de hace 800.000 años y guarda burbujas de aire con valiosa información, contenido en CO2, en metano... Y esto es fundamental para saber qué pasó entonces e incluso llegar a conocer el papel de los humanos en el cambio climático. Una cuestión que también se estudia en Groenlandia, con una diferencia: allí el hielo tiene poco más de 100.000 años", sostiene López. La vocación antártica de España es tardía, pero se ha implantado con fuerza. Nuestro país mantiene dos bases, ambas de verano: la Juan Carlos I, gestionada por el CSIC y en proceso de remodelación, y la Gabriel de Castilla (palentino al que se le atribuye el descubrimiento de la Antártida en 1603), dirigida por el Ministerio de Defensa, con una función de soporte logístico a los científicos. "Creo que nuestra presencia es digna, pero mejorable. No con más bases, sino estando atentos a la evolución de la investigación, usando información actualizada", opina el delegado antártico. Desde la creación en 1988 del Programa Nacional de Investigaciones Antárticas, España ha subvencionado 400 proyectos, la mayor parte en la Antártida. En la campaña actual hay en marcha 16 con un coste de 6,5 millones (1,2 se van en investigación y 5,3 en logística), indica Montserrat Torné, directora general de Investigación y Gestión del Plan Nacional de I+D+i. En total, existen 64 bases, de las que unas 40 son de verano. El delegado español antártico está seguro de que "cada vez se va a prestar una mayor atención al continente". Como demuestra el Año Polar Internacional (2007-2008), que involucró a unos 10.000 científicos de 63 países, y ha supuesto una gran mejora de las redes de observación en tierra, mar y en el espacio. ¿Se deshiela? "El Polo Norte se está deshelando de 3,5 a 4 veces más rápido que el Polo Sur", sostiene el investigador español y miembro de la Academia de las Ciencias rusa Adolfo Eraso, que a sus 76 años acaba de regresar de la Antártida. Su afirmación se basa en los datos obtenidos de las sondas que monitorizan ocho glaciares, cuatro en el hemisferio norte y cuatro en el sur. Es el proyecto Glackma, que utiliza los glaciares como sensores de la evolución del calentamiento global. Los datos recogidos les permiten asegurar que cualquier variación de la temperatura ambiente conlleva una respuesta inmediata en la descarga líquida del glaciar -no el hielo-, y que ésta se duplicó en la Antártida en 13 años (de 1987 a 2000). Un proceso que se repitió entre 2003 y 2006, tanto en volumen como en días de descarga anuales, lo que remarca la tendencia acelerada. El delegado español en el Comité Científico Antártico, Jerónimo López, comparte su opinón. "El deshielo tan notable del Polo Norte no ocurre en la Antártida". El Ártico perdió en septiembre, cuando menos helado está el mar, un 35% con respecto a 1979. "Es fácil que entre 20 y 40 años haya un deshielo total en ese mes. En la Antártida, en cambio, el mar helado no ha decrecido en 30 años; incluso ha aumentado un poco, más o menos un 1% por década".

La genética pone cerco al cáncer

La secuencia de 2.000 genomas tumorales abre una era en la lucha contra la enfermedad - El 2% de los genes está implicado en la alteración de células. La investigación del cáncer no era el primer objetivo del proyecto genoma, pero ya se ha convertido en una de sus aplicaciones prioritarias. La razón no es tanto una decisión de política científica como el espectacular avance de las técnicas de lectura de ADN, y en particular su rápido abaratamiento, que han permitido obtener en los últimos años la secuencia de unos 2.000 cánceres de pacientes. Su comparación con el tejido normal del propio paciente ha revelado ya cientos de nuevos genes del cáncer, y está avistando una nueva generación de estrategias terapéuticas. Los primeros datos que emergen de ese alud de información genética pueden parecer desalentadores. Se sabe ahora que un tumor humano típico tiene entre 1.000 y 10.000 mutaciones puntuales, o cambios de una sola letra en el ADN, respecto al tejido sano circundante. Hay algunos cánceres que tienen menos, como el meduloblastoma y la leucemia aguda. Pero también otros que tienen aún más, como los de piel y pulmón, que pueden superar los 100.000 cambios en el ADN. El genoma humano tiene unos 3.000 millones de bases (o letras del ADN), por lo que esos tumores tienen cambiada una de cada 30.000 letras. La mayor parte de estos cambios son distintos entre un paciente y otro, aunque sean del mismo tipo de cáncer. Y muchas de ellas son muy anteriores a la aparición del tumor. Todas nuestras células van experimentando cambios en su ADN a medida que proliferan durante el desarrollo normal -del feto y del niño- y también durante la vida del adulto, cuyos tejidos se siguen renovando por proliferación de nuevas células de reserva (las células madre adultas). Pero muchas otras son propias del tumor. La alta tasa de mutación en los tumores de piel y pulmón, de hecho, se debe a la permanente exposición que han sufrido esos tejidos a dos de los más potentes carcinógenos conocidos: la radiación ultravioleta de la luz solar y los productos de la combustión del tabaco. Otra fuente de mutación, en algunos casos muy concretos, es la propia terapia antitumoral. Es el caso de los gliomas (cánceres de cerebro resistentes) que ya habían sido tratados con agentes de quimioterapia que dañan el ADN, como la temozolomida. El objetivo de estos agentes es destruir a las células tumorales, que al estar proliferando muy activamente son las que más daños reciben en su ADN. Si no mueren, revelan en sus genomas los estragos del propio tratamiento. Solo algunos de estos cambios tienen efectos cancerígenos. Se los suele llamar conductores. El resto son simples pasajeros. La genómica del cáncer ha confirmado que los segundos son muy mayoritarios, como cabía esperar -y como sucede en los autobuses-, pero también ha encontrado muchos más conductores de los previstos. Solo los dos primeros genomas del cáncer secuenciados, los de colon y mama, duplicaron el número conocido de oncogenes, o genes que al mutar provocan cáncer. "Parece haber muchos más drivers (genes conductores) que los que podían identificarse con las estrategias convencionales", dice el genetista Michael Stratton, del Instituto Sanger de Cambridge, en el último número de la revista Science. "Si esto es cierto, un número sustancial de genes del cáncer aún esperan a ser descubiertos, si bien muchos de ellos solo contribuirán al cáncer de manera infrecuente". Sea cual sea su número final, los oncólogos pueden contar con una lista aceptablemente completa de los genes implicados en cada tipo de tumor: los que actúan en las fases tempranas de la enfermedad -y pueden ser la clave de un diagnóstico precoz-, los que disparan el crecimiento tumoral propiamente dicho, los que agravan el pronóstico de casi cualquier tipo de cáncer, y los que tienen una importancia menor, o son más infrecuentes. Los oncólogos ya se apoyan en algunos de estos genes para decidir el tratamiento óptimo en cada caso. Pero esta tendencia solo puede explotar en los próximos años, con 2.000 cánceres secuenciados. Los científicos han identificado hasta ahora unos 400 genes humanos que, cuando están alterados, causan una u otra forma de cáncer. Como el genoma humano solo tiene 20.000 genes, eso es más o menos el 2% de los genes humanos. Pero es una cifra muy abordable para su progresiva aplicación clínica. Darwin en el cuerpo Los fundamentos biológicos del cáncer nunca han parecido muy simples, pero si algo se puede decir de la genómica es que ha logrado complicar el cuadro todavía más. Por ejemplo, en los cánceres de mama y pulmón, dos de los más comunes, los genomas han revelado que cada tumor individual sigue su propio curso evolutivo. Estos tipos de tumores tienen decenas de miles de mutaciones puntuales, o cambios de letra en el ADN, aunque solo 90 se pueden considerar conductoras, es decir, cambios relevantes para el proceso tumoral. Los genes del cáncer no están ahí para provocar cáncer. Son genes esenciales para el desarrollo humano, implicados en los mecanismos más básicos que regulan la proliferación de las células, y su diferenciación progresiva en los distintos órganos y tejidos del cuerpo. Es justo por eso por lo que sus mutaciones pueden estropear los controles de proliferación de la célula, o conferirle una ventaja selectiva en la competencia con las células normales. O simplemente, arruinar sus mecanismos de reparación, disparando así una evolución muy acelerada. También hay genes cuyas mutaciones mejoran la capacidad de la célula cancerosa para invadir otros órganos distintos, y que por tanto están detrás de la aparición de metástasis, los tumores secundarios que acaban matando al paciente en la mayor parte de los casos. Las mutaciones del cáncer no son meros errores: son el tipo de errores que le dan a la célula una ventaja competitiva. No vuelven loca a la célula, sino que la adaptan a un entorno enloquecido. Es un perfecto modelo de evolución darwiniana dentro del cuerpo.

Ante el tsunami, edificios más altos

Indonesia, Irán, Pakistán, China. Ikuo Towhata, de 56 años, especialista en ingeniería geotécnica y experto en terremotos de la Universidad de Tokio, ha visitado todos estos países para estudiar los mecanismos de destrucción y el efecto sobre el suelo de los temblores de tierra. Nacido en Kobe, que sufrió en 1995 un terremoto que provocó unos 5.000 muertos, estudia ahora una catástrofe mucho mayor. Towhata asegura que las placas tectónicas del Pacífico y de Filipinas están moviéndose bajo Japón, lo que hace presagiar otro gran terremoto en la zona de Tokio o más al sur antes de 30 años. Pregunta. ¿Qué valoración hace del terremoto y el tsunami del 11 de marzo? Respuesta. El área dañada es enorme, más de 500 kilómetros de costa. Los edificios aguantaron muy bien el terremoto, pero el terreno sufrió grandes destrozos. Terraplenes, autopistas y líneas de ferrocarril resultaron destruidos. Cinco o seis millones de personas se vieron afectadas. Un factor clave fue el tsunami. La región de Sendai ha sido atacada en el pasado por tsunamis así y contaba con muros de contención. Pero los más altos tenían 10 metros de altura. La gente pensaba que era suficiente y no fue así. P. ¿Qué altura tuvo el tsunami? R. Llegó a 15, 20 e incluso 30 metros en algunos lugares. Ha sido una situación extrema. Cuando la altura de un tsunami es mayor que el valor de diseño de los muros, todo queda destruido. P. Desde el temblor se han producido centenares de réplicas, incluso de magnitud superior a 7. ¿Por qué? R. Un terremoto de intensidad 9 no implica que se produzca una ruptura completa de la falla. Algunas partes sobreviven, y ahora se están rompiendo una a una. P. Japón está bien preparado para soportar terremotos, pero no tsunamis, según demuestra lo ocurrido. ¿Qué pasó? R. La altura de los tsunamis ha sido infravalorada. Algunos edificios aguantaron muy bien el ataque del agua. Mucha gente subió a sus azoteas y sobrevivió. Pero no todo el mundo tuvo esta oportunidad. P. ¿Qué hacer contra los tsunamis? R. No podemos parar los tsunamis, construir muros a lo largo de cientos de kilómetros de costa. La clave es el sistema de aviso, la evacuación. Es preciso contar con edificios altos a los que la gente pueda subir una vez dada una alerta de tsunami. Edificios de 20 metros parece ser una altura razonable. P. ¿Qué consecuencias debe sacar Japón de esta catástrofe? R. Deberíamos pensar cómo gestionar el sistema en su conjunto para reducir el daño. Deberíamos cambiar el modo de pensar, porque incluso si un suceso terrible como este solo ocurre cada mil años en el área de Tohoku (noreste de Japón), podría producirse un gran sismo en otras partes de Japón, quizás antes de 30 años, en la zona de Tokio y la costa del Pacífico, Nagoya y la isla Shikoku. P. La previsión de un gran terremoto en la zona de Tokio antes de 30 años es anterior a este sismo. ¿El terremoto del 11 de marzo modifica esta previsión? R. No es posible saberlo. P. Japón tiene muchas centrales nucleares junto a la costa. ¿Qué hacer ahora? R. Esto va a ser un tema muy controvertido a partir de ahora. La seguridad es un tema clave, y tras lo ocurrido nadie confía en Tokyo Electric Power [Tepco, la empresa que opera la planta atómica de Fukushima]. La gente comienza a decir que no quiere centrales nucleares, pero ¿de dónde obtener la energía eléctrica? Va a producirse una gran controversia política.

Detectada agua altamente radiactiva en el exterior del reactor 2 de Fukushima

El Gobierno nipón critica las mediciones de Tepco del nivel de radiactividad.- Los expertos creen que podría haber una fuga de agua contaminada. La compañía que opera la siniestrada central nuclear de Fukushima ha detectado agua con un elevado nivel de radiactividad, superior a 1.000 milisievert, en el exterior del edificio de contención y de la turbina del reactor 2, según ha anunciado hoy un portavoz de la empresa, Tokyo Electric Company (Tepco). Una exposición a 100 milisievert por año es el umbral a partir del cual es evidente el incremento del riesgo de sufrir cáncer. La cifra de hoy supera al pico que se registró ayer en el nivel de radiación detectado en la central, la más alta desde que las instalaciones quedaran dañadas tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo. El Gobierno considera que el reactor 2 podría haber sufrido una fusión parcial del núcleo, después de que el terremoto y el tsunami del 11 de marzo averiara el sistema de refrigeración de los reactores de la central. El Ejecutivo ha acordado un recorte del 14% del sueldo de los parlamentarios para contribuir a los trabajos de reconstrucción tras la catástrofe. Tepco aseguró ayer que había detectado un nivel de radiación de 1.000 milisievert por hora (100.000 veces por encima de la radiación habitual), y todo indica que procede de una fuga de agua del segundo reactor. Ante los altísimos índices de radiactividad, los trabajadores que desde hace dos semanas luchan para estabilizar el reactor tuvieron que evacuar las instalaciones. "Es un valor muy elevado", afirmó Hidehiko Nishiyama, portavoz de la agencia de seguridad nuclear de Japón, quien añadió que había una "alta probabilidad" de que el agua contaminada proviniera de una fuga en el segundo de los seis reactores que tiene la central. Existe la posibilidad de que las vasijas de las barras de combustible usado o el sistema de tuberías estén dañados. Algunos expertos extranjeros afirman que estos niveles de radiactividad en el agua indican que el núcleo del reactor se ha fundido en parte. Desestimado el aviso de Greenpeace La asociación Greenpeace ha alertado de que se han localizado niveles de radiación en un radio de 40 kilómetros de la central, por lo que ha pedido a las autoridades niponas que amplíen el perímetro de evacuación. El Gobierno nipón ya ha desestimado la petición y asegura que las cifras aportadas por la asociación "no son fiables", según ha comunicado la agencia de seguridad nuclear japonesa. Y han añadido que la mayoría de los residentes han abandonado esa área y casi nadie vive en la zona. La agencia de seguridad nipona también ha desmentido los rumores sobre la salud del consejero delegado de Tepco, Masataka Shimizu, cuya ausencia durante un par de días tras la crisis nuclear había provocado especulaciones sobre su estado de salud. Nishiyama ha explicado en una rueda de prensa que el consejero delegado se ha tomado un descanso tras trabajar denodadamente para intentar resolver la crisis de Fukushima. El partido en el Gobierno nipón ha acordado hoy con al oposición que los parlamentarios se rebajen el sueldo para financiar los trabajos de reconstrucción tras la devastación causada por el seísmo y el tsunami, según ha informado la agencia Kyodo. El recorte, equivalente al 14 % del sueldo anual de un parlamentario, aportará 2.000 millones de yenes (17 millones de euros) al mayor esfuerzo de reconstrucción de Japón desde la Segunda Guerra Mundial, estimado en 20.000 millones de euros. Criticas a las mediciones de Tepco El Gobierno nipón ha juzgado hoy "inaceptable" un error en la medición del nivel de radiactividad cometido por Tepco. "Sabiendo que la vigilancia de la radiactividad es una condición crucial para garantizar la seguridad, este tipo de error es absolutamente inaceptable", ha subrayado Yukio Edano, portavoz del Gobierno, en una rueda de prensa, recogida por France Presse. Edano se refería a la cifra difundida ayer por la operadora de la central, que comunicó se había registrado un nivel de radiactividad 10 millones de veces superior a la normal en una muestra del agua vertida por la central al mar. El dato fue difundido en cadena por los medios japoneses e internacionales, contribuyendo a la psicosis generalizada sobre la central nuclear. El Ministro de Industria francés, Éric Besson, ha informado hoy de que Tepco ha pedido ayuda por primera vez a los grupos industriales franceses de energía EDF y Areva para controlar la situación de su reactor número 2. En una entrevista a la emisora RTL, el ministro ha celebrado la decisión del Ejecutivo nipón de recurrir también al Comisariado para la Energía Atómica (CEA) de Francia en su intento por enfriar el reactor donde se ha producido una fusión parcial de las barras de combustible nuclear. El límite del riesgo: 100 milisievert al año Una única dosis de 1.000 milisievert puede causar mareo, náuseas y vómitos y, según la agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, es suficiente para provocar hemorragias. Se considera que una exposición a 100 milisievert por año es el umbral a partir del cual es evidente el incremento del riesgo de sufrir cáncer. Tepco dijo inicialmente que la cantidad de yodo radiactivo en el agua era 10 millones de veces superior a la normal, pero más tarde rectificó y aseguró que había cometido un error de medición y que se trataba de 100.000 veces. El Gobierno ha tildado este error de "inaceptable" por la alarma desatada. La situación en las turbinas de los otros reactores tampoco es precisamente idílica: en los números 1 y 3, la radiación es 10.000 veces superior a la normal. Ni Tepco ni el Gobierno han detallado cuántos operarios fueron evacuados. Tal como explica The Washington Post, el número de trabajadores en la planta fluctúa cada día entre los 500 y los 1.000. Los empleados de Tepco son únicamente una porción de la fuerza de trabajo. El martes, por ejemplo, había 700 en las instalaciones, aclaró NISA la agencia de seguridad. De ellos, 500 eran de Tepco, 100 subcontratados y 100 trabajadores más que se repartían entre el Ejército y los bomberos. Alta radiación en el mar Los altos niveles de radiactividad detectados en las turbinas de los reactores 1, 2 y 3 han retrasado los trabajos para restablecer el sistema de refrigeración de sus instalaciones. Según la cadena japonesa de televisión NHK, los operarios de Tepco tratarán hoy de drenar agua contaminada del reactor 1 mientras se teme que se retrasarán los esfuerzos para refrigerar las unidades 2 y 3 debido al alto nivel de radiactividad detectado. Los técnicos han fijado como una prioridad bombear el agua radiactiva de los reactores después de que el sábado pasado Tepco reconociera que la radiación en el mar junto a la planta atómica se ha disparado en los últimos días, hasta alcanzar el viernes pasado 1.250 veces el límite legal. Ayer llegó a 1.850 veces. La extracción del agua radiactiva ha retrasado los trabajos para restablecer los sistemas de refrigeración. El portavoz del Gobierno afirmó que la situación en Fukushima I, situada unos 240 kilómetros al norte de Tokio, permanece sin grandes cambios y que "llevará algún tiempo extraer el agua, garantizando al mismo tiempo la seguridad de los trabajadores". Dos de las unidades de la central siguen en un estado considerado seguro, mientras las otras cuatro aún son inestables. El proceso de enfriamiento de los reactores ha tenido que ser suspendido en varias ocasiones, debido a explosiones y picos de radiactividad. El jueves pasado, tres técnicos se vieron expuestos a grandes cantidades de radiación, y dos de ellos tuvieron que ser hospitalizados con quemaduras porque vestían equipos de protección inadecuados. Ansiedad entre la población El alargamiento de la crisis inquieta en Japón, donde mucha gente vive en un estado de ansiedad, agravado por las noticias surgidas en los últimos días sobre la contaminación del agua, la leche y las verduras de las prefecturas cercanas a la instalación atómica. Una alarma de tsunami tras un nuevo temblor de magnitud 6,5 en la prefectura de Miyagi -una de las más afectadas por el terremoto del día 11- mantuvo al país en vilo esta mañana (madrugada española). Al final, todo se resolvió con inofensivas olas de medio metro. En Chernóbil (Ucrania), que sufrió en 1986 el peor accidente nuclear ocurrido hasta la fecha, fueron necesarias semanas para estabilizar lo que quedaba del reactor que explotó, y meses para limpiar la radiactividad y cubrir la central con un sarcófago de hormigón y acero. Según una encuesta hecha pública ayer por la agencia de noticias Kyodo, el 58% de los japoneses critica la gestión de la crisis nuclear por parte del Gobierno, pero más del 50% aprueba los esfuerzos de rescate y ayuda a los damnificados por el terremoto y el tsunami. Un total de 10.872 personas han muerto y 16.244 han desaparecido en el desastre natural, según las últimas cifras oficiales.

domingo, 20 de marzo de 2011

Antinucleares, pero por muy poco

División de opiniones sobre la polémica energía: 49%, en contra; 46%, a favor - El 57% cree que las centrales son seguras, pero el 74% no las quiere cerca.


La opinión pública española no es ni de lejos tan antinuclear como la de otros países europeos, en especial Alemania. Incluso después del accidente de Fukushima, los españoles, según un sondeo-flash elaborado por Metroscopia para EL PAÍS, mantienen una clara división de opiniones sobre la energía nuclear.

La opinión pública española no es ni de lejos tan antinuclear como la de otros países europeos, en especial Alemania. Incluso después del accidente de Fukushima, los españoles, según un sondeo-flash elaborado por Metroscopia para EL PAÍS, mantienen una clara división de opiniones sobre la energía nuclear. Los antinucleares ganan por muy poco, en realidad se podría hablar prácticamente de empate. En España hay seis centrales nucleares, que aportan el 20% de la electricidad.

Cuando se les pregunta si creen que España debe abandonar la energía nuclear, el 49% se muestra de acuerdo, y el 46%, en contra. Esto es, habría una ligera victoria de los partidarios de eliminar la polémica energía atómica. Sin embargo, ante una segunda pregunta clara sobre el asunto, esto es, si cree que las nucleares presentan más ventajas que inconvenientes, hay una ligera victoria de los pronucleares. El 46% cree que presentan más ventajas que inconvenientes y el 43% opina lo contrario. La división de opiniones es así muy evidente. El 54% considera "inevitable" la utilización de la energía nuclear aunque no sea la mejor solución, mientras el 42% cree que sí se podría evitar.

El sondeo fue realizado entre el 14 y el 16 de marzo, en plena alarma mundial por la situación de la central nuclear de Japón. A pesar de que probablemente los encuestados tenían aún en la retina las imágenes del desastre, los españoles siguen creyendo mayoritariamente que las plantas atómicas en su país son seguras. El 57% cree que son "muy" o "bastante" seguras frente a un 30% que opina que son "poco" o "nada" seguras.

A pesar de esta respuesta, nadie o casi nadie quiere una central cerca de su casa. La oposición es muy alta. El 74% rechaza abiertamente que se instale una central en su municipio, frente a un 25% que lo aceptaría. El 70% se opondría a la instalación en su provincia, frente a un 29% de apoyos, y el 65% estaría en contra de que se colocara en su comunidad, algo que aceptaría el 34% de los encuestados. Esto es, cuando se plantea el debate teórico, la oposición en España es menor que en otros países, pero al llegar a lo concreto, esto es, una central cerca de casa, el cambio es radical. En nivel de no sabe/no contesta aquí es mínimo, las posiciones están muy claras.

Aunque se muestren divididos sobre las nucleares, los españoles sí hacen una clara apuesta por las renovables. El 68% está de acuerdo con invertir más en este tipo de energía, incluso aunque eso suponga aumentar un 10% el precio de la electricidad, que es como se formula la pregunta. Por sexos, se detecta una ligera desviación de tres o cuatro puntos: las mujeres son más antinucleares. Por edades, los jóvenes son siete u ocho puntos más antinucleares que los encuestados mayores de 55 años.

Uno de los datos más llamativos de la encuesta tiene que ver con la comparación con los datos de otros sondeos similares en el pasado. El 53% de los españoles considera que las centrales en su país funcionan bien o muy bien. El dato apenas ha variado desde 2009: entonces pensaba que funcionaban bien un 51%, e incluso baja del 20% al 16% los que creen que funcionan mal. Los datos de 2008 eran mucho peores para la energía nuclear, lo que prueba que, poco a poco, los españoles han ido virando ligeramente a favor de las centrales.

No ha habido pues cambios significativos tras el accidente japonés, al contrario que en EE UU, por ejemplo, donde una encuesta de Gallup ha detectado que el 70% están ahora más preocupados por un desastre nuclear. En cualquier caso, sí hay inquietud. El 96% de los españoles cree necesario revisar las medidas de seguridad de las centrales nucleares españolas.

© EDICIONES EL PAÍS S.L.

Japón mantiene a raya la crisis nuclear tras una semana de lucha

Se reestablece la electricidad en el reactor 2.- Tokio detecta dosis leves de radiación en alimentos y agua corriente.- El Gobierno asegura que está enfriando las barras del reactor 3, el más peligroso.- Edano confirma que la planta será desmantelada cuando se acaben los trabajos conta la radiació.


Tal y como estaba previsto, el reactor 2 vuelve a contar con corriente eléctrica, según ha confirmado la agencia de noticias japonesa Kyodo. El cable con suministro eléctrico en el que se trabajaba desde hace días hará posible la refrigeración del reactor con las bombas propias, que quedaron inutilizadas porque el terremoto y posterior tsunami de hace nueve días cortó el suministro eléctrico. Esta conexión facilita también la refrigeración del reactor 1, ya que, según han confirmado a REUTERS fuentes de Tokyo Electric Power Company (Tepco), ambos reactores están conectados. Está previsto que hoy llegue el cable también a los reactores 3 y 4, según avanzó ayer el Gobierno. Para enfriar los reactores 5 y 6, han sido utilizados hasta ahora generadores diésel.

Por otro lado, el portavoz de Gobierno, Yukio Edano, ha confirmado que la planta de Fukushima 1 será desmantelada e inutilizada una vez que se acaben las operaciones para controlar la radiación. "Si miramos la situación de forma objetiva (el desmantelamiento) está claro", indicó Edano en declaraciones recogidas por la agencia de noticias

Kiodo.

La noticia llega después de que hoy mismo se hayan vuelto a liberar gases radiactivos a la atmósfera por un aumento de presión en el reactor 3, que más tarde ha sido controlado, según está contando el New York Times. El incidente ha ocurrido a pesar de que el equipo de bomberos militares y civiles que luchan para contener la temperatura de los reactores llevan 14 horas insuflando alrededor de 2.400 toneladas de agua de mar. El Gobierno dijo ayer que el reactor, que contiene plutonio, lo que le hace más peligroso, estaba estabilizado.

Pese a este escollo, parece que la crisis nuclear desatada por el terremoto de magnitud 9 en la escala Richter y el consiguiente tsunami que azotaron la costa nororiental de Japón el viernes de la semana pasada ha entrado en una nueva buena fase. Varios camiones cisterna han lanzado hoy por primera vez toneladas de agua a la piscina con combustible nuclear del reactor 4 de la central de Fukushima, tras una operación similar desarrollada hasta la pasada madrugada en el reactor 3 que parece que ha servido para enfriar las barras de combustible. "La situación se está estabilizando en cierto modo", dijo Yukio Edano, portavoz del Gobierno.

Radiación en alimentos

Mientras tanto, la preocupación nuclear ha llegado a la cadena alimentaria. El Gobierno aseguró ayer que ha detectado radiación en alimentos frescos y agua corriente, aunque advirtió que los niveles no suponen ningún riesgo para la salud. En la prefectura de Fukushima ha sido encontrada leche contaminada. En la vecina prefectura de Ibaraki han sido identificadas espinacas con radiación que supera los límites fijados por el Gobierno.

También han sido detectados niveles anormales de yodo radiactivo en el agua corriente de Tokio y otras prefecturas cerca de la planta de Fukushima, y de cesio con radiación en Tochigi y Gunma. Las autoridades afirmaron que en los niveles de ambos elementos están muy por debajo del límite oficial. Estados Unidos anunció que inspeccionará los alimentos importados procedentes de Japón. Los más habituales son pescado, marisco y frutas y verduras procesadas.

La leche contaminada fue encontrada a más de 30 kilómetros de la central, más allá de la zona de exclusión decretada por las autoridades, que es de 20 kilómetros. El Gobierno hizo un llamamiento a la calma y advirtió que incluso si una persona bebiera esta leche durante un año, el efecto sería similar al de hacerse un escáner en el hospital.

Los niveles de yodo radiactivo en el agua corriente superaron brevemente el límite el jueves en Fukushima, aunque el viernes bajaron a la mitad del valor de referencia y ayer cayeron aún más. La Agencia Internacional de la Energía dijo que las autoridades japonesas recomendaron el miércoles pasado a la gente que vive cerca de la planta que tome yodo estable, como medida de protección contra el riesgo de un cáncer de tiroides en caso de resultar expuesto a radiación. Los reactores de Fukushima comenzaron a liberar radiactividad después de que el tsunami dañara los sistemas de refrigeración.

Mientras los técnicos luchan en Fukushima por evitar una catástrofe, más de 450.000 personas que se quedaron sin hogar debido al terremoto y el tsunami continúan viviendo en escuelas y otros refugios en difíciles condiciones. Según el último balance, el desastre natural provocó más de 20.000 muertos y desaparecidos. Por ahora hay 8.133 fallecidos confirmados, pero la agencia Kyodo señala que, según fuentes policiales, podría haber más de 15.000 víctimas únicamente contando con las de la prefectura de Miyagi.

La posibilidad de que empeore la crisis atómica y se produzca una nube tóxica ha llevado a residentes extranjeros en Tokio a dejar la capital e irse al sur del país o salir de Japón, por lo que se han agotado los billetes de avión a algunos destinos.

Avión para los españoles

Ante esta situación, el Gobierno español puso a disposición de sus nacionales en Japón un avión Boeing 747, que tiene previsto salir de Tokio hoy a las 9 de la noche (ocho horas menos en la España peninsular) para "facilitar el regreso" a España de quienes estén interesados.

Portavoces de la Embajada insistieron en que "no se trata de una evacuación sino de facilitar el regreso" a quienes quieren volver a España y no han podido hacerlo. En Japón hay unos 1.800 españoles inscritos en el consulado. Si se suman los que no están registrados y los que se encuentran de paso, la cifra de españoles asciende a unos 2.500, según la misma fuente.

© EDICIONES EL PAÍS S.L.

Super Luna llena

"La última Luna llena tan grande y cercana a la Tierra se produjo en marzo de 1993", dice Geoff Chester, quien trabaja en el Observatorio Naval de Estados Unidos, en Washington DC. "Diría que vale la pena echarle un vistazo".

El tamaño de una Luna llena varía debido a la forma ovalada de la órbita lunar. Es una elipse que tiene uno de sus extremos (el perigeo) alrededor de 50.000 kilómetros más cerca de la Tierra que el otro (el apogeo): diagrama. Cuando está cerca del perigeo, la Luna se ve alrededor de un 14% más grande y un 30% más brillante que cuando se encuentra en su apogeo, al otro lado de su órbita.


"La Luna llena del 19 de marzo ocurrirá a menos de una hora del perigeo; una coincidencia tan cercana a la perfección se produce sólo cada 18 años aproximadamente", comenta Chester.

Una Luna llena de perigeo trae consigo "mareas del perigeo" más altas de lo normal, aunque esto no debe ser causa de preocupación, según la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration o Administración Nacional Océanica y Atmosférica, en idioma español). En la mayoría de los lugares, la gravedad causada por la Luna en su perigeo hace que el agua de las mareas se levante unos pocos centímetros (alrededor de una pulgada) más alto de lo normal. La geografía local puede amplificar el efecto hasta alrededor de quince centímetros (seis pulgadas), lo que no constituye exactamente una gran inundación.

Y, contrariamente a lo que puedan alegar informes que circulan por Internet, el hecho de que la Luna esté en su perigeo no causa desastres naturales. La "super Luna" de marzo de 1983, por ejemplo, tuvo lugar sin que se produjera ningún incidente. Y una casi super Luna, en diciembre de 2008, resultó también inofensiva.

Pues bien, la Luna será un 14% más grande de lo usual, pero ¿es posible darse cuenta de la diferencia? Es difícil. No hay reglas de medición flotando en el cielo para ayudarnos a medir el diámetro lunar. Cuando la Luna llena esté alta en el cielo, sobre nuestras cabezas, donde no haya puntos de referencia que nos den sentido de escala, podría parecernos que no es muy distinta de las demás.

El mejor momento para observarla es cuando la Luna esté cerca del horizonte. Ahí es cuando la ilusión se mezcla con la realidad para producir una vista realmente impresionante. Por razones que los astrónomos y psicólogos no entienden aún completamente, la Luna baja en el horizonte, avistada entre los árboles, los edificios y otros objetos en primer plano, parece ser mucho más grande de lo normal. Este 19 de marzo, ¿por qué no dejar que esta "ilusión lunar" amplifique una Luna que de por sí es extra–grande? La hinchada orbe que se levantará hacia el Este, al atardecer, parecerá tan cercana que usted pensará que casi puede tocarla.

Pero no tiene sentido que lo intente. Incluso en su perigeo, la Luna se encuentra todavía a 356.577 kilómetros de distancia. Esa es, al parecer, una distancia que corresponde a una extraña belleza.

Aquí os dejo un vídeo muy interesante sobre este fenómeno:

viernes, 18 de marzo de 2011

Vocabulario nuclear

Breve glosario para entender algunos conceptos sobre el funcionamiento de las centrales nucleares:


Fusión del núcleo: Es un daño grave del núcleo del reactor debido a un sobrecalentamiento. La fusión del núcleo se produce cuando un fallo grave del sistema de la central impide la adecuada refrigeración del núcleo del reactor. Sin esa refrigeración, los soportes que contienen el combustible nuclear se recalientan hasta llegar a derretirse. Tal situación supone un gran peligro dado que existe el riesgo de que el material radiactivo (el combustible nuclear) sea emitido a la atmósfera. Asimismo, la fusión del núcleo hace al reactor inestable hasta que sea reparado. (No confundir con fusión nuclear, que es la reacción entre núcleos de átomos ligeros que conduce a la formación de otro núcleo más pesado, en un proceso que va acompañado de la emisión de partículas elementales y de energía).

Fusión del núcleo: Es un daño grave del núcleo del reactor debido a un sobrecalentamiento. La fusión del núcleo se produce cuando un fallo grave del sistema de la central impide la adecuada refrigeración del núcleo del reactor. Sin esa refrigeración, los soportes que contienen el combustible nuclear se recalientan hasta llegar a derretirse. Tal situación supone un gran peligro dado que existe el riesgo de que el material radiactivo (el combustible nuclear) sea emitido a la atmósfera. Asimismo, la fusión del núcleo hace al reactor inestable hasta que sea reparado. (No confundir con fusión nuclear, que es la reacción entre núcleos de átomos ligeros que conduce a la formación de otro núcleo más pesado, en un proceso que va acompañado de la emisión de partículas elementales y de energía).

Reactor nuclear: Instalación en la que se inicia, mantiene y controla una reacción nuclear en cadena. Hay dos tipos: el reactor (nuclear) de agua a presión, que es un reactor refrigerado con agua natural a una presión superior a la de saturación, para impedir la ebullición; y el reactor de agua en ebullición, que es un reactor refrigerado con agua natural, que se hace hervir en el núcleo en una cantidad considerable.

Contención: Es la estructura que contiene el núcleo del reactor. Está construido con paredes de hormigón armado y acero.

Vasija: Recipiente que contiene el núcleo de un reactor nuclear, con las vainas de combustible, el reflector, el agua radiactiva, parte del refrigerante y otros componentes.

Vaina del combustible: Cubierta que contiene las barras de combustible. Es un recipiente hermético que alberga el combustible nuclear. Impide la salida de los productos de la fisión y garantiza la resistencia mecánica que asegura la integridad del combustible. Están colocadas en el interior de la vasija.

Barras de combustible: Es el combustible nuclear dispuesto en forma de barra y formado por pastillas. Están colocadas en el interior de la vaina.

Fusión nuclear: Reacción entre núcleos de átomos ligeros que conduce a la formación de otro núcleo más pesado. El proceso va acompañado de la emisión de partículas elementales y de energía.

Fisión nuclear: Reacción nuclear en la que tiene lugar la ruptura de un núcleo pesado, generalmente en dos fragmentos cuyo tamaño son del mismo orden de magnitud, y en la cual se emiten neutrones y se libera gran cantidad de energía. Es el proceso habitual que se lleva a cabo en las centrales nucleares.

Circuito de refrigeración exterior: Circuito de agua que se toma de una fuente natural (río, embalse, lago, mar) y se usa para condensar el vapor de agua una vez que éste ha movido la turbina (de forma similar a las de cualquier otra central térmica de carbón, fueloil o gas). El agua, que nunca está en contacto con el combustible nuclear, se devuelve al río, el embalse o el mar, a una temperatura ligeramente superior a la que se tomó.

Circuito primario de refrigeración: Sistema cerrado por el que circula el fluido refrigerante de un reactor nuclear (en la mayoría, agua) que extrae el calor generado en el núcleo por la reacción nuclear. Es el circuito que contiene el fluido que está directamente en contacto con los elementos combustibles.

Circuito secundario de refrigeración: Sistema cerrado por el que circula agua que recoge el calor del fluido del circuito primario, sin mezclarse con él, para convertirse en vapor e incidir sobre la turbina para producir electricidad. El intercambio de calor entre ambos circuitos se realiza en el generador de vapor, por lo que el agua del circuito no está nunca en contacto directo con el combustible.

Japón eleva de 4 a 5 el nivel de la catástrofe nuclear de Fukushima 1

Continúa saliendo humo blanco de los reactores 2, 3 y 4.- 130 bomberos viajan desde Tokio para ayudar en las operaciones de enfriamento.- Esta nueva calificación lo pone al nivel del segundo peor accidente nuclear de la historia mundial.


Japón ha elevado el nivel de catástrofe nuclear de 4 -en la escala Internacional de Eventos Nucleares (INES)-, como afirmó en un primer momento, a 5. Esta calificación ha sido polémica, porque contrariamente a lo que decía Japón, Francia le atribuyó desde el principio nivel 6 (sobre 7, que equivale a lo que ocurrió en Chernóbil en 1986). El nivel 5, según lo que marca la escala de INES, equivale a "Accidente con consecuencias de mayor alcance", frente al 4 "Accidente con consecuencias de alcance local". Esto pone lo que está ocurriendo en Fukushima 1 al accidente que tuvo lugar en la central atómica Three Mile Island, en Harrisburg (Pennsylvania, EE UU) en 1979, considerado el peor accidente nuclear después de Chernóbil.

Mientras tanto, el país sigue luchando para contener la catástrofe destada tras el terremoto y posterior tsunami que tuvieron lugar hace una semana. Helicópteros militares y camiones con mangueras han arrojado en las últimas horas toneladas de agua sobre la central atómica de Fukushima I para restablecer el nivel de agua en los tanques de enfriamiento en los que se almacenan las barras de combustible usadas. El vertido en los reactores ha conseguido rebajar los niveles de radiactividad pero, en paralelo, unas columnas de humo blanco siguen emanando de los reactores 2, 3 y 4.

La temperatura ha aumentado en las últimas horas en las piscinas de desechos nucleares de los reactores 5 y 6, los que hasta ahora eran seguros porque llevaban mucho tiempo sin funcionar antes del terremoto de la pasada semana, mientras que sigue sin haber datos sobre la situación en el reactor 4, el que entraña ahora mayor preocupación, informó hoy el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). La última información sobre la temperatura del agua en la piscina del reactor 4 es del día 15 de marzo, cuando marcó los 84 grados centígrados, más del triple de los niveles normales de 25 grados. Se desconoce si todavía queda agua para cubrir el combustible en ese recipiente. En declaraciones recogidas por la televisión pública NHK, un responsable de Tokyo Electric Power (Tepco) ha señalado que la cantidad de combustible en la piscina del reactor 4 es "muy elevada" y hay "mucha incertidumbre" sobre si hay agua o no.

Respecto al reactor 5, el agua del estanque de combustible usado alcanzó ayer, a las siete de la tarde (hora española). Mientras, en el 6, la temperatura del agua a la misma hora era de 62 grados, 2 grados más que el miércoles. Un generador diesel de emergencia está ya funcionando para permitir el bombeo de agua en estas piscinas.

Además, los ingenieros trabajaron ayer a marchas forzadas para conectar una línea de electricidad con la que poder arrancar las bombas del sistema de refrigeración del complejo. Ayer por la tarde (hora peninsular española), el OIEA anunció el tendido del cable para restablecer la electricidad en los reactores 1 y 2, un paso clave para multiplicar la capacidad para refrigerar la nuclear, aunque faltaba por ver el estado de los equipos. Aunque la empresa Tepco marcó hoy como el día en el que volvería la electricidad, la agencia nuclear japonesa ha confirmado que los cables no estarán conectados hasta el sábado por la mañana.

Helicópteros militares y camiones con mangueras arrojaron ayer a la desesperada miles de litros y, según informa la televisión japonesa NHK, está previsto que hoy se realice una nueva operación para arrojar agua y 130 bomberos han sido enviados desde Tokio a Fukushima para apoyar en las labores. En paralelo, expertos de la Agencia de Seguridad Nuclear sospechan que el humo del reactor 2 podría proceder de la piscina de refrigeración o de una explosión en la cámara que la alberga, aunque todavía no han podido confirmar este extremo. Los responsables de Tepco, la compañía que opera la central, han confirmado en rueda de prensa que la radiación -que ya había descendido durante el día de ayer cerca de 20 puntos- ha disminuido ya hasta los 279,4 microsieverts por hora.

Tepco ha asegurado que su prioridad es el tanque del reactor número 3, sobre el que ayer fueron arrojados 63 toneladas de agua. Aunque algunos indicios apuntan a que el agua se está evaporando rápidamente, imágenes de vídeo tomadas desde el aire muestran que, aparentemente, todavía hay líquido. El reactor 3 es el más preocupante porque contiene plutonio junto con el uranio. El plutonio es un elemento muy peligroso, ya que puede causar cáncer aunque sea ingerido en cantidades muy pequeñas. Tepco afirmó que las excavadoras estaban intentando despejar el camino hasta la planta para permitir a los camiones de bomberos acercarse a los reactores y utilizar las mangueras para enfriar las instalaciones.

Perímetro de seguridad de 30 kilómetros

El Gobierno de Tokio ha urgido a la población que se encuentra a menos de 30 kilómetros de la central a que no salga a la calle, aunque Estados Unidos ha dicho a sus ciudadanos que viven a menos de 80 kilómetros que se vayan de la zona o permanezcan en el interior de los edificios "como precaución", lo que revela las diferencias existentes entre los dos países. Estados Unidos ha dictado medidas de seguridad más estrictas que las anunciadas por Japón y ha lanzado advertencias que contradicen informes japoneses que son más optimistas. Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, intentó minimizar las fisuras entre los dos aliados, y dijo que los responsables estadounidenses estaban haciendo sus recomendaciones después de analizar de forma independiente los datos que les llegan de la región. "Esto es lo que haríamos si el incidente estuviera ocurriendo en EE UU", declaró, informa Associated Press.

Los problemas de la central de Fukushima y otras plantas han desestabilizado la red eléctrica japonesa, hasta el punto que han forzado apagones en algunos barrios de la capital y provocado problemas en algunos servicios financieros. El banco Mizuho dijo que todos sus cajeros automáticos del país fallaron dos veces a lo largo del día, debido a un número excesivo de transacciones en algunas sucursales.

La perspectiva de una grave catástrofe nuclear ha desviado la atención de la situación que atraviesan los centenares de miles de personas que se han visto afectadas por el terremoto y el tsunami, y que se encuentran en campos de refugiados en difíciles condiciones. Las últimas estimaciones cifran el número de muertos en la catástrofe en más de 16.000 personas; de ellas, 6.400 muertos son fallecidos confirmados oficialmente y 10.200, desaparecidos. Muchos de estos nunca serán encontrados, ya que algunos cuerpos fueron posiblemente arrastrados por el agua en su retirada hacia el mar y otros pueden estar sepultados bajo el lodo.

El Pentágono afirmó que las tropas que están trabajando en las labores de ayuda a los damnificados por el maremoto solo pueden acercarse a menos de 80 kilómetros de la central con permiso. Los soldados reciben píldoras contra las radiaciones antes de entrar en zonas donde es probable que haya radiactividad, en el peor desastre atómico que ha sufrido el mundo desde Chernóbil, en 1986.

jueves, 17 de marzo de 2011

Alerta por radiación en la central de Fukushima I


Situación de los reactores de la central de Fukushima afectados por el terremoto y el tsunami.


El miedo apaga la noche de Tokio

La catástrofe del terremoto y el accidente nuclear vacían los animados locales de ocio - Miles de personas huyen de la capital o se encierran en sus casas.


Hace dos años, Kofi, original de Ghana, llegó a Japón en busca de una oportunidad. Había pasado algún tiempo en Londres, de donde sacó, entre otras experiencias, un excelente inglés y decidió saltar a Asia. Pero como muchos otros extranjeros, acabó trabajando de pescador de clientes para un bar de alterne en el vibrante barrio nocturno de Roppongi, en Tokio.

Hace dos años, Kofi, original de Ghana, llegó a Japón en busca de una oportunidad. Había pasado algún tiempo en Londres, de donde sacó, entre otras experiencias, un excelente inglés y decidió saltar a Asia. Pero como muchos otros extranjeros, acabó trabajando de pescador de clientes para un bar de alterne en el vibrante barrio nocturno de Roppongi, en Tokio.

Al caer la noche, es posible ver a Kofi en el cruce de este popular distrito, enfundado en un anorak de plumas, el gorro calado sobre las orejas, mirando a un lado y a otro, y tirando la caña a ver si pesca a alguien.

Pero desde el viernes pasado, hay pocos peces en Roppongi. Tras el terremoto y la crisis surgida de la planta nuclear de Fukushima -que resultó dañada por la catástrofe- se han esfumado los turistas extranjeros y los japoneses. "El miércoles pasado esto era un hervidero, y ahora no hay nadie", asegura mientras pugna con otro extranjero que intenta levantarle la posible presa. "La gente está asustada, y se ha ido de Tokio", admite.

A las once de la noche, las habitualmente bulliciosas calles de este barrio están casi desiertas. Porteros y pescadores de clientes charlan ante la falta de paseantes a los que abordar. Tan solo abundan los taxis, que por toda la ciudad forman largas serpientes luminosas a las puertas de hoteles y restaurantes, a la espera de pasajeros que no llegan.

Las continuas réplicas del terremoto del viernes y, sobre todo, la radiación que se escapa de la central atómica han provocado el pánico en la capital, hasta el punto que muchos residentes en Tokio ya han huido, y otros se han encerrado en sus viviendas para evitar una posible radiación. Muchas familias han hecho acopio de alimentos, agua y baterías ante la posibilidad de que se vean obligadas a permanecer enclaustradas en casa si se produce una fuga radiactiva grave.

"El 70% de los locales de entretenimiento de Roppongi ha cerrado, y, a pesar de ello, el negocio de los que siguen abiertos ha caído un 60%", dice Hide, de unos 35 años, que trabaja en el Club Gaspanic. Hide, original de Tokio, declara estar asustado, y acusa al Gobierno de no estar diciendo la verdad sobre lo que ocurre en Fukushima. "La gente se ha ido porque piensa que se puede producir un gran terremoto en Tokio o los alrededores, pero, sobre todo, por el problema en la central nuclear", confiesa.

Las autoridades aseguran que los niveles de radiación registrados en Tokio -tres veces más altos de lo normal el martes pasado- no suponen una amenaza para la salud, pero algunos expertos creen que las autoridades están minimizando la gravedad de la crisis. Lo mismo piensan los ciudadanos. "El Gobierno no está diciendo la verdad", afirma Hide.

Algunas zonas de la capital han adquirido un aire fantasmagórico. Muchos colegios han cerrado y algunas compañías han permitido a sus empleados que trabajen desde casa. Francia, Austria y otros países han urgido a sus ciudadanos a que se vayan de Japón o se dirijan al sur del país. Ante esta incertidumbre, empresas multinacionales extranjeras han comenzado a repatriar a sus empleados o les han alejado de la central atómica. Entre las primeras, están las automovilísticas Peugeot y Daimler; entre las últimas, la compañía de desarrollo de programas informáticos SAP.

Masa, de 32 años, que trabaja en el sector informático, es uno de quienes han decidido encerrarse en casa todo el día para evitar el posible efecto de la radiación. "Venimos de tomar una copa. Solo salimos una hora al día, por la noche", asegura acompañado de una joven.

Algunas zonas de la capital se han visto afectadas por los apagones rotatorios decretados por el Gobierno para poder desviar electricidad a otras zonas del país, y por la reducción del servicio de transporte ferroviario. Unas circunstancias excepcionales que han llevado a muchos japoneses que viven solos y no han podido o no han querido irse de Tokio a buscar la compañía de otra gente en su misma situación en los bares de Roppongi, según cuenta Hide en su club de la capital japonesa.

Hoy se presenta el caso del primer bebé libre del gen del cáncer de mama

Nació en enero en el Hospital Sant Pau gracias a su programa de reproducción asistida y a la fundación Puigvert. Doctor Joaquín Calaf: "En medicina los milagros no existen"

El bebé nació en enero en el Hospital Sant Pau de Barcelona gracias al programa de reproducción asistida de este centro y la fundación Puigvert. Tiene ya tres meses, se encuentra totalmente sano y nació libre del gen del cáncer que con casi toda probabilidad iba a heredar. Tenía hasta un 80% de posibilidades de padecer cáncer de mama. Todo gracias al Diagnóstico Genético Preimplantacional (DPG), una técnica que permite seleccionar aquellos embriones libres de anomalías cromosómicas y mutaciones genéticas para asegurar una descendencia sana.

Gracias al Diagnóstico Genético Preimplantacional (DPG), una técnica que permite seleccionar aquellos embriones libres de anomalías cromosómicas y mutaciones genéticas para asegurar una descendencia sana, un bebe ha nacido libre del gen del cáncer que con casi toda probabilidad iba a heredar. Tenía hasta un 80% de padecer esta enfermedad.

Su caso va a ser presentado este jueves en el hospital Sant Pau de Barcelona. En 'Hoy por Hoy' hemos hablado con el doctor Joaquín Calaf, director del Programa de Reproducción Asistida de la Fundación Puigvert, que señala que no se puede hablar de milagro en este caso.

"En la ciencia los milagros no existen, es simplemente una consecuencia de la progresión en las mejorías, por un lado, de los programas de reproducción asistida y, por el otro, en la detección molecular de las alteraciones genéticas que pueden llevar de alguna manera el cáncer."

Un paso importante que, como señala el doctor Calalf, servirá en el futuro para otras enfermedades. "Está en vía de realizarse con otros genes que tienen ese carácter familiar y hereditario", señala el doctor.

Primer caso en España

Este era el primer caso, de cáncer hereditario, en el que la Comisión Nacional de Reproducción Asistida ha dado el visto bueno. Hasta ahora el Diagnóstico Genético Preimplantacional sólo se había permitido para seleccionar embriones sanos en parejas portadoras de enfermedades genéticas graves y con fines terapéuticos como tener un hijo para curar a un hermano.

Algo que está explícitamente regulado por ley. El artículo 12.1 de la Ley de Reproducción Humana Asistida autoriza el uso del diagnóstico genético preimplantacional en el caso de aquellas "enfermedades genéticas graves, precoces y sin tratamiento". En este sentido, la Comisión también ha autorizado el uso de esta técnica en otro caso de neoplasia endocrina múltiple (cáncer hereditario de tiroides), afectados por el Gen MEN-2A.

Este avance ayudará a "familias que presenten la enfermedad de una forma mucho más frecuente y además de una forma mucho más grave". Aun así, como ha indicado el doctor, esto no significa el fin del cáncer de mama ya que "sólo el 10% de este tipo de cánceres" tiene su origen en ese gen.

El plutonio existente en un reactor eleva el riesgo de fuga radiactiva

Fukushima no mejora: núcleos dañados, barreras degradadas y residuos sin agua.- Esta es la información actualizada de todos los reactores.


La central nuclear de Fukushima padece un fallo multiorgánico. Desde que el viernes se declaró la alerta, la situación no solo no mejora -en contra de lo previsto por los expertos- sino que los problemas saltan de un reactor a otro y ya afectan en mayor o menor medida a los seis. Esta es la información actualizada de cada uno de los reactores de la central:

REACTOR NÚMERO 1: El primero en controlar

Pareció, tras el terremoto, el más problemático. Cuando el sábado por la mañana las cámaras de televisión grabaron una explosión que creó una nube de humo junto al reactor, el mundo temió lo peor. La secuencia de hechos permitía explicar la explosión. El terremoto dejó la central sin suministro eléctrico -clave para refrigerar el núcleo- y el tsunami posterior inutilizó los generadores diésel de emergencia para hacer circular el agua. El núcleo pierde capacidad de refrigeración, las barras de combustible quedan dañadas e incluso empiezan a fundirse. En esa reacción se acumulan gases radiactivos que aumentan la presión dentro de la central. Para reducir esa presión, las autoridades soltaron gases radiactivos al exterior. En esos venteos salió hidrógeno, un gas explosivo en contacto con el oxígeno, lo que provocó la gran explosión, que se llevó parte del edificio del reactor. Además, Japón comenzó a inyectar agua de mar a través del sistema de emergencia para incendios, pero no había conseguido recuperar el nivel de refrigeración, con lo que las barras de combustible tenían ayer unos 1,8 metros descubiertos -las barras de uranio suelen tener unos cuatro metros de altura-. La secuencia es importante porque es la misma que se repitió los días siguientes en los reactores 2 y 3, aunque el reactor 1 ha sido el que aparentemente mejor ha evolucionado. Según el Foro Nuclear español, quedaba menos del 0,05% del calor.

REACTOR NÚMERO 2: "Bajada de presión"

El reactor número 2 sufrió "una bajada notable en la presión del recinto de contención, que indica un fallo de su integridad", según informó el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que a su vez recibió información "con retraso" del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), aunque lo justificó por la caótica situación.

La pérdida de integridad de la contención es lo más preocupante, ya que es la única barrera que queda si se funde el núcleo, lo que formaría en el interior de la central un magma altamente radiactivo. Si la contención pierde presión, eso apunta que el recinto ya no es estanco, lo que facilitaría la fuga de radiación.

Las autoridades japonesas continuaban ayer inyectando agua de mar -la situación es desesperada y no importa que deje inservible la central- pero el caudal seguía sin cubrir completamente el combustible del reactor. Junto al agua de mar se inyecta boro, una sustancia química que absorbe neutrones y dificulta una reacción en cadena que podría ser catastrófica.

REACTOR NÚMERO 3: Con plutonio en el núcleo

El número 3 es el que más inquieta a las autoridades japonesas. Toshimi Kitazawa, ministro de Defensa de Japón, ha informado de la decisión de inyectar agua con camiones cisterna cedidos por las fuerzas estadounidenses, que están siendo transportados por las Fuerzas de Autodefensa japonesas, informa EP. El ministro dio el visto bueno a una operación con helicópteros que rociaron 30.000 litros de agua que entraron en la vasija del reactor, a pesar de que el miércoles había cancelado la misma intervención por el peligro que presentaba el excesivo nivel de las emisiones. La última nota del CSN explicaba que en él "se percibe una ligera bajada en la presión del recinto de contención, que podría indicar alguna degradación en la misma". Las autoridades investigaban "la presencia de humo o vapor saliendo del edificio del reactor" en el momento que militares descubrieron en un vuelo de prospección que las barras de combustible estaban a punto de quedarse sin agua y producir una fusión.

El reactor 3 es de los más problemáticos y la eléctrica propietaria de la central, Tepco, lo definió como su prioridad, porque su combustible es distinto al resto. Utiliza una mezcla de plutonio-uranio, conocida como MOX. Este combustible reduce la eficacia del boro y empeora el escenario en caso de fuga. El uranio que se usa en el resto es muy poco radiactivo, pero el plutonio sí lo es. Denis Flory, responsable de seguridad de la OIEA, afirmó que no había visto mediciones de liberación de plutonio: "El plutonio no es una preocupación actualmente". Francisco Castejón, físico nuclear y responsable de Ecologistas en Acción, explicó: "Si se rompe la contención, además de productos de fisión saldría plutonio".

Este reactor tiene también problemas en la piscina donde se almacena el combustible ya gastado en la central y que es altamente radiactivo. Esa piscina debe estar con un circuito continuo de agua para enfriarlo.

REACTOR NÚMERO 4: La piscina del reactor

El cuarto reactor de Fukushima estaba parado cuando el terremoto azotó Japón. No tenía combustible en el núcleo, por lo que en principio sus problemas debían ser mucho menores. Hasta la madrugada del martes fue considerado fuera de peligro, pero ya se han detectado dos incendios que, aparentemente, se han extinguido solos. El problema aquí está en la piscina de combustible. El día 14 a las 04.08 (hora japonesa) el agua estaba a 84 grados, cuando lo normal serían unos 25. Según el Foro Industrial Atómico Japonés, en esa piscina se temen "daños en los elementos de combustible". El presidente de la Comisión Regulatoria Nuclear de EE UU declaró en Washington que la piscina se había quedado sin agua, lo que eleva enormemente la radiación que se emite.

Tras descartar por el momento rociarlo con agua mediante helicópteros por miedo a los efectos de la enorme radiación que emite, las autoridades planean inyectarle más agua desde tierra utilizando camiones cisterna.

REACTORES NÚMERO 5 y 6: Más temperatura

El indicio más claro de que los problemas de refrigeración en la central son generalizados es que en los reactores 5 y 6, apartados de los que han explotado y que estaban sin combustible cuando llegó el tsunami, tienen temperaturas elevadas en las piscinas de combustible. Toda Fukushima se encontraba ayer bajo presión.

© EDICIONES EL PAÍS S.L.

EE UU moviliza camiones cisterna para evitar una fusión en la central de Fukushima

Los residuos radiactivos del reactor 3 y 4 están a punto de quedar al descubierto en la piscina.- Una fusión de los residuos dificultaría seguir con los trabajos.- El OIEA confirma que los núcleos de los reactores 1, 2 y 3 corren riesgo de fusión


Medidas desesperadas para una situación desesperante. El Gobierno japonés ha decidido refrigerar por las bravas los reactores 3 y 4 de la central de Fukushima después de comprobar que están perdiendo mucha agua y las barras de combustible están a punto de quedar al descubierto. Toshimi Kitazawa, ministro de Defensa de Japón, ha informado de la decisión de inyectar agua al reactor número 3 con camiones cisterna cedidos por las fuerzas estadounidenses, que están siendo transportados por las Fuerzas de Autodefensa japonesas, informa EP. Pocos minutos antes de las diez de la mañana (tres de la madrugada en España), varios helicópteros del Ejército han rociado con agua de mar el reactor 3 (el más peligroso porque contiene plutonio en lugar de uranio). Las aeronaves lanzaron en cada uno de sus cuatro vuelos 7.500 litros de líquido. Se trata de una auténtica lucha contrarreloj para evitar la fusión de los núcleos.

A pesar de que el reactor 4 se consideraba hasta ahora prioritario por los altos niveles de radiación que desprende, los militares descubrieron ayer en un vuelo de prospección que las barras de combustible del reactor 3 estaban a punto de quedarse sin agua y producir una fusión. "Hoy era el día límite para intervenir en este reactor", explicó Toshimi Kitazawa, el ministro de Defensa japonés, en una intervención posterior a la primera fase de la operación.

Defensa dio el visto bueno a la operación a pesar de que el miércoles la había cancelado por el excesivo nivel de las emisiones. Aunque éstas no han desaparecido, las autoridades consideran que hay que intervenir a cualquier precio. Los helicópteros solo podrán acercarse a la central 40 minutos al día para evitar una contaminación excesiva; vuelan a 300 metros de altura y una pantalla reflectante protege a los soldados de la radiación. Las autoridades aseguran que la primera fase del operativo ha funcionado y el agua llegó hasta la vasija del reactor.

Once camiones cisterna de la policía metropolitana han llegado ya a la central para comenzar con la vertiente terrestre del plan. La policía debe inyectar agua en la piscina de los reactores 3 y 4 - este último ya ha sufrido dos incendios y su carcasa está arrasada- con cañones de agua a través de un agujero en el muro. Si las barras de residuos altamente contaminantes que contienen esta piscina se fusionan, el material radiactivo saldrá a la atmósfera. "Esta operación tiene que ser exitosa", han explicado ingenieros de Tepco (Tokyo Electric Power Company, la empresa que gestiona la central) en la televisión japonesa NHK. "Es prioritario que tenga éxito: de eso dependen las demás intervenciones", aseguraban. Si no se consiguiera evitar la fusión, los niveles de radiación serían demasiado altos como para que los trabajadores pudieran seguir participando en las labores de extinción de incendios y refrigeración. Está previsto que camiones estadounidenses se incorporen a los trabajos.

En una estrategia más a medio plazo, los ingenieros han explicado que están intentando reinstalar el suministro eléctrico en la central, cortado desde que se produjo el terremoto, y crear un sistema de refrigeración temporal capaz de operar con agua de mar hasta que las bombas fijas se reparen. El objetivo es comenzar esta tarde los trabajos de electricidad.

Las radiaciones en la central, seriamente dañada por el terremoto y el tsunami del pasado viernes han sido evaluadas como "extremadamente altas" por la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos, informa Yolanda Monge desde Washington. El presidente de ese organismo, Gregory Jaczko, ha dicho en una comisión parlamentaria que hay "altos niveles de radiación" alrededor del reactor 4, lo que complica el trabajo de los operarios que trabajan allí. "Las dosis [de radiación] que podrían recibir pueden ser potencialmente letales en un breve periodo de tiempo".

A los graves problemas que presentan ya cuatro reactores, se suma la subida de la temperatura de las piscinas de los reactores 5 y 6, que están siendo refrigerados con ácido bórico y agua de mar. Estos dos, igual que el número 4, estaban desconectados para su revisión antes de que ocurriera el terremoto, pero pese a ello se han visto afectados por la rotura de los sistemas de refrigeración que provocó el tsunami.

El director del OIEA, el japonés Yukiya Amano ha criticado al Ejecutivo de Naoto Kan por no suministrar una información clara y completa de los daños causados en la central por el seísmo y el tsunami. Amano también anunció que viajaría hoy a Tokio para contrastar los datos y ofrecer toda la ayuda del OIEA para hacer frente a la gigantesca crisis que comienza a desatarse. "La situación es muy grave", afirmó. "Hemos confirmado el daño en el núcleo de tres reactores", dijo a France Presse.

23 trabajadores heridos y 21 afectados por la radiación en Fukushima

El Gobierno japonés ha alertado de que habrá un gran apagón esta noche en Tokio, por los problemas de suministro de electricidad causados por el terremoto y los problemas derivados de él en las centrales nucleares del país, informa EFE. El ministro de Industria japonés, Banri Kaieda, citado por la agencia local Kyodo, ha pedido a los operadores de tren del área de Tokio que recorten sus servicios desde la tarde y ha reclamado a las empresas que reduzcan el consumo. La situación se ha visto complicada por el aumento del consumo de electricidad debido a la fuerte caída de las temperaturas desde anoche, que hace temer que durante la jornada la demanda supere a la oferta.

Es complicado imaginarse la pesadilla dentro de la planta. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha difundido en su Facebook una nota con el balance de heridos hasta ahora. Entre los 23 lesionados se incluyen huesos rotos, afectados por las diversas explosiones de los reactores... Hay además una veintena de afectados por distintos grados de radiación; entre ellos, bomberos y policías. El cuadro parece preocupante para la salud de los ya conocidos como "valientes de Fukushima". La subida de los niveles de radiactividad ya provocó el miércoles una evacuación durante unas horas de los trabajadores que quedaban en la central. Eran medio centenar de personas, ya que la mayoría de los 800 que en principio estaban, habían sido evacuados un día antes tras el empeoramiento de la situación. Tras unas horas con la central vacía, 180 operarios volvieron a Fukushima.

Tras la angustia por la enorme cantidad de muertos y heridos que han provocado el terremoto y el tsunami -ayer el Gobierno reconoció que hay más de 5.100 muertos y unos 8.600 desaparecidos-, los japoneses comienzan a dar signos evidentes de inquietud ante la desastrosa política informativa del Gobierno. Ya no les vale el llamamiento a la calma del primer ministro. Las aglomeraciones en las estaciones de tren y autobuses de Niigata revelan que se ha iniciado un éxodo masivo hacia el sur.

Niigata, capital de la provincia del mismo nombre vecina a Fukushima, es la principal ciudad del noroeste de Japón y la última a la que llega el shinkansen (el tren bala). Aquí vienen a embarcarse hacia el sur los que huyen del noreste, cuyas costas sufrieron el seísmo, el tsunami y en las que se encuentran las dos centrales de Fukushima.

Yuhei Sato, gobernador de la provincia de Fukushima, criticó duramente al Gobierno por su política de evacuación. Más de 500.000 personas han sido trasladadas a escuelas y edificios públicos, muchos de ellos sin agua, ni calefacción, ni luz, ni gas. La intensa nevada caída ayer en todo el norte agravó la situación tanto de los evacuados como de los cientos de equipos de rescate que rastrean el fango y los escombros en búsqueda de algún milagro y de los cuerpos de los miles de desaparecidos.

El emperador Akihito, en un hecho sin precedentes, dirigió un mensaje televisado a la nación en el que pidió solidaridad y unidad ante los difíciles tiempos que aguardan a Japón. "Espero, sinceramente, que uniendo esfuerzos podamos impedir que la situación empeore", declaró el emperador, de 77 años, después de tratar de preparar a su pueblo para más desgracias de las vistas estos aciagos días.

domingo, 13 de marzo de 2011

Los accidentes nucleares más graves de la historia

En la historia de la energía nuclear ha habido numerosos incidentes. Los considerados más graves teniendo en cuenta la Escala Internacional de Eventos Nucleares (INES) han sido el producido en la central de Three Mile Island, en Pensilvania (EE UU) y el de Chernóbil, el peor accidente nuclear de la historia. Ambos se produjeron por fallos humanos. En España, el accidente más grave ha sido el de la central de Vandellós I, en Tarragona.

Three Mile Island (Pensilvania, Estados Unidos)

¿Cómo sucedió? El accidente comenzó a las 4.00 horas de la mañana del 28 de marzo de 1979, cuando hubo un fallo en un circuito de la planta y comenzó un prolongado escape de agua radiactiva a través de los circuitos de refrigeración del reactor. Se produjo mientras la planta operaba al 97% de sus 1.000 megavatios de potencia y fue consecuencia de procedimientos erróneos por parte de los operadores.

Los fallos pusieron en estado crítico el sistema de enfriamiento del reactor produciendo una grave fuga de materiales radiactivos a los circuitos secundarios que obligaron a evacuar la planta y sus alrededores.

¿Qué consecuencias tuvo?En Three Mile Island no hubo víctimas mortales, pese a que en el momento del accidente unas 25.000 personas residían en zonas a menos de ocho kilómetros de la central. Los estudios realizados sobre la población demuestran que tampoco hubo daños a personas a largo plazo. Aún así, miles de habitantes fueron evacuados ante la nube radiactiva que se formó, de unos treinta kilómetros cuadrados.

Las consecuencias económicas y de relaciones públicas sí fueron importantes, y el proceso de limpieza largo y costoso (duró diez años). Además, el accidente redujo notablemente la confianza de la población en las centrales nucleares porque fue el más grave de la historia hasta ese momento. Según la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES) tuvo una categoría 5 (de un total de 7) que supone un "accidente con consecuencias amplias". Hoy en día la central sigue funcionando y tiene licencia de explotación hasta el año 2034.

Chernóbil (Ucrania)

¿Cómo sucedió? El accidente nuclear más grave de la historia sucedió el 26 de abril de 1986, cuando el equipo que operaba en la central se propuso realizar una prueba con la intención de aumentar la seguridad del reactor. Durante la prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esta central nuclear produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.

Fueron arrojadas a la atmósfera unas 200 toneladas de material fisible con una radiactividad equivalente a entre 100 y 500 bombas atómicas como la que fue lanzada sobre Hiroshima.

¿Qué consecuencias tuvo? Causó directamente la muerte de 31 personas, forzó al gobierno de la Unión Soviética a la evacuación de unas 135.000 personas y provocó una alarma internacional al detectarse radiactividad en diversos países de Europa septentrional y central. El gobierno ocultó la catástrofe las primeras dos semanas y mintió informando de una forma breve que había sucedido un accidente muy controlado y nada alarmante en la central. Fueron investigadores Suecos los primeros en darse cuenta del suceso.

Según los expertos ucranianos, Chernóbil se cobró la vida de más de 100.000 personas en Ucrania, Rusia y Bielorrusia -los países afectados por la catástrofe-, cifra que organizaciones ecologistas, como Greenpeace, elevan hasta 200.000. Aunque las conclusiones de los estudios que se han hecho sobre la tragedia son objeto de controversia, sí coinciden en que miles de personas afectadas por la contaminación han sufrido o sufrirán en algún momento de su vida efectos en su salud. El cierre definitivo de la central se completó en el año 2000. Todavía hay una zona de exclusión alrededor de la instalación en la que la vida humana es imposible.

Y en España, Vandellós I (Tarragona)

¿Cómo sucedió? El accidente nuclear más grave en la historia de España se produjo el 19 de octubre de 1989 en Vandellós (Tarragona), cuando se inició un incendio que ocasionó importantes disfunciones en diversos sistemas necesarios para garantizar la refrigeración del reactor. El incendio se declaró, según un informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), tras un fallo mecánico. El accidente fue clasificado como de nivel 3 en la escala INES, que corresponde a un "incidente importante" por lo que no provocó emisión de radioactividad al exterior.

¿Qué consecuencias tuvo? No hubo víctimas y el elevado coste de las medidas exigidas por el organismo regulador español (CSN) para corregir las irregularidades detectadas hicieron que la empresa explotadora decidiera su cierre definitivo.

Otros accidentes nucleares

12 de diciembre de 1952.- El primer accidente nuclear serio tiene lugar en la planta de Chalk River, en Ottawa (Canadá), al fundirse parcialente el núcleo, sin causar daños personales. En mayo de 1958, un incendio en esa planta produjo una fuga radiactiva.

30 septiembre 1957.- Una explosión en la central secreta de Chelliabnsk-40, conocida como Mayak, en los Montes Urales (la antigua URSS), causa al menos 200 muertos y contamina 90 kilómetros cuadrados con estroncio. Un total de 10.000 personas fueron evacuadas y decenas de miles quedaron expuestas a la radiación.

7 octubre 1957.- El incendio en un reactor de la planta nuclear de Windscale-Sellafield en Liverpool (Reino Unido), produce una fuga radiactiva que contaminó un área de 300 kilómetros cuadrados.

3 enero 1961.- Tres técnicos de la Armada estadounidense mueren en la planta de Idaho Falls, en un accidente con un reactor experimental. Fue el primer accidente nuclear en EEUU.

7 agosto 1979.- Un millar de personas resultaron contaminadas por la radiación emitida por una central secreta cerca de Irwin (Tennessee, EEUU).

8 marzo 1981.- Fuga de agua radiactiva procedente de la planta de Tsuruga (Japón), no dada a conocer hasta seis semanas después, a la que quedaron expuestas 300 personas.

13 de septiembre de 1987.- Un accidente radiactivo provocado por la contaminación una cápsula de cesio-137 en la ciudad brasileña de Goiania causa cuatro muertos y 240 heridos.

30 septiembre 1999.- Una fuga de uranio en una central de combustible nuclear de la empresa JCO en Tokaimura (Japón) provoca la muerte de dos operarios y otras 438 personas resultan afectadas por las radiaciones.

6 abril de 1993.- La explosión de un contenedor lleno de una disolución de uranio en la planta secreta de Tomsk-7 (Siberia, Rusia), dedicada al reprocesamiento de combustible nuclear, ubicada a 20 kilómetros de la ciudad de Tomsk (500.000 Habitantes), contaminó unos 1000 kilómetros cuadrados.

9 agosto 2004.- Cinco trabajadores mueren a consecuencia de un escape de vapor en la sala de turbinas de uno de los reactores de la planta nuclear de Mihama (Japón).

8 abril 2008.- Al menos dos muertos por una fuga de gas en la central nuclear de Khushab (Pakistán) por la que fue evacuada la población en un radio de 16 kilómetros.

60.000 alemanes protestan contra la energía nuclear

Merkel anuncia que su Gobierno revisará la seguridad de las centrales


La amenaza de un desastre nuclear en Fukushima movilizó este sábado a decenas de miles de alemanes, que salieron a la calle a protestar contra la política energética del Gobierno. La coalición de centro-derecha de la canciller Angela Merkel aprobó en 2010 la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares. En Baden-Württemberg, unos 60.000 manifestantes formaron una cadena humana entre la central nuclear de Neckarwestheim y la capital del land, Stuttgart, coreando lemas antinucleares y pidiendo la desconexión de las 17 centrales atómicas. El de Neckarwestheim es uno de los reactores más viejos aún en uso en Alemania.

Merkel aseguró poco después que su Gobierno "revisará" la seguridad en todas las centrales nucleares alemanas y añadió que "lo sucedido en un país con tan altos estándares de seguridad" como Japón supone "un punto de inflexión en todo el mundo". No obstante, volvió a defender el uso de la energía atómica como "tecnología de transición".

La canciller democristiana (CDU) se había reunido en Berlín con el ministro de Exteriores y líder liberal, Guido Westerwelle (FDP), con el que pactó hace unos meses prolongar el recurso a la energía atómica en el país. De media, estas podrán funcionar 12 años más de lo previsto por la anterior coalición de socialdemócratas (SPD) y verdes en su ley de desconexión de 2002. Ha sido una de las medidas más polémicas adoptadas por Merkel en sus seis años como canciller.

El fantasma de Chernóbil ronda entre la opinión pública alemana desde que su nube radioactiva alcanzó el país hace 25 años. Impulsó al partido Los Verdes, cuyos líderes, otrora radicales contestatarios, pasaban en aquellos años a convertirse en ministrables.

La ley del apagón nuclear de 2002, que preveía sacar a todas las centrales de la red hacia 2021, fue uno de los hijos predilectos del entonces canciller Gerhard Schröder (SPD) y su ministro de Exteriores, el popular dirigente verde Joschka Fischer. Consciente de que dos terceras partes de los alemanes son contrarios al uso de la energía nuclear, el SPD dio el Gobierno a Merkel en 2005 bajo la condición de que se respetara la desconexión nuclear. Tras el fin de la gran coalición entre SPD y CDU, con la victoria electoral de la canciller en 2009, la CDU y el FDP aumentaron, en algunos casos por varias décadas, la vida de las centrales alemanas. Según decidan los empresas eléctricas, algunas centrales podrían llega a funcionar incluso pasado 2040.

El ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen (CDU), dijo que tiende "a pensar que se ha fundido el núcleo" en la central japonesa. En las regionales del próximo día 27, democristianos y liberales podrían pagar en las urnas de Baden Württemberg la impopular medida aprobada en 2010. Las encuestas dan un empate entre centro-izquierda y el tándem CDU-liberales. Pero eso era hace unos días, y la capacidad de movilización de los grupos antinucleares quedó demostrada una vez más.

© EDICIONES EL PAÍS S.L.