domingo, 20 de marzo de 2011

Japón mantiene a raya la crisis nuclear tras una semana de lucha

Se reestablece la electricidad en el reactor 2.- Tokio detecta dosis leves de radiación en alimentos y agua corriente.- El Gobierno asegura que está enfriando las barras del reactor 3, el más peligroso.- Edano confirma que la planta será desmantelada cuando se acaben los trabajos conta la radiació.


Tal y como estaba previsto, el reactor 2 vuelve a contar con corriente eléctrica, según ha confirmado la agencia de noticias japonesa Kyodo. El cable con suministro eléctrico en el que se trabajaba desde hace días hará posible la refrigeración del reactor con las bombas propias, que quedaron inutilizadas porque el terremoto y posterior tsunami de hace nueve días cortó el suministro eléctrico. Esta conexión facilita también la refrigeración del reactor 1, ya que, según han confirmado a REUTERS fuentes de Tokyo Electric Power Company (Tepco), ambos reactores están conectados. Está previsto que hoy llegue el cable también a los reactores 3 y 4, según avanzó ayer el Gobierno. Para enfriar los reactores 5 y 6, han sido utilizados hasta ahora generadores diésel.

Por otro lado, el portavoz de Gobierno, Yukio Edano, ha confirmado que la planta de Fukushima 1 será desmantelada e inutilizada una vez que se acaben las operaciones para controlar la radiación. "Si miramos la situación de forma objetiva (el desmantelamiento) está claro", indicó Edano en declaraciones recogidas por la agencia de noticias

Kiodo.

La noticia llega después de que hoy mismo se hayan vuelto a liberar gases radiactivos a la atmósfera por un aumento de presión en el reactor 3, que más tarde ha sido controlado, según está contando el New York Times. El incidente ha ocurrido a pesar de que el equipo de bomberos militares y civiles que luchan para contener la temperatura de los reactores llevan 14 horas insuflando alrededor de 2.400 toneladas de agua de mar. El Gobierno dijo ayer que el reactor, que contiene plutonio, lo que le hace más peligroso, estaba estabilizado.

Pese a este escollo, parece que la crisis nuclear desatada por el terremoto de magnitud 9 en la escala Richter y el consiguiente tsunami que azotaron la costa nororiental de Japón el viernes de la semana pasada ha entrado en una nueva buena fase. Varios camiones cisterna han lanzado hoy por primera vez toneladas de agua a la piscina con combustible nuclear del reactor 4 de la central de Fukushima, tras una operación similar desarrollada hasta la pasada madrugada en el reactor 3 que parece que ha servido para enfriar las barras de combustible. "La situación se está estabilizando en cierto modo", dijo Yukio Edano, portavoz del Gobierno.

Radiación en alimentos

Mientras tanto, la preocupación nuclear ha llegado a la cadena alimentaria. El Gobierno aseguró ayer que ha detectado radiación en alimentos frescos y agua corriente, aunque advirtió que los niveles no suponen ningún riesgo para la salud. En la prefectura de Fukushima ha sido encontrada leche contaminada. En la vecina prefectura de Ibaraki han sido identificadas espinacas con radiación que supera los límites fijados por el Gobierno.

También han sido detectados niveles anormales de yodo radiactivo en el agua corriente de Tokio y otras prefecturas cerca de la planta de Fukushima, y de cesio con radiación en Tochigi y Gunma. Las autoridades afirmaron que en los niveles de ambos elementos están muy por debajo del límite oficial. Estados Unidos anunció que inspeccionará los alimentos importados procedentes de Japón. Los más habituales son pescado, marisco y frutas y verduras procesadas.

La leche contaminada fue encontrada a más de 30 kilómetros de la central, más allá de la zona de exclusión decretada por las autoridades, que es de 20 kilómetros. El Gobierno hizo un llamamiento a la calma y advirtió que incluso si una persona bebiera esta leche durante un año, el efecto sería similar al de hacerse un escáner en el hospital.

Los niveles de yodo radiactivo en el agua corriente superaron brevemente el límite el jueves en Fukushima, aunque el viernes bajaron a la mitad del valor de referencia y ayer cayeron aún más. La Agencia Internacional de la Energía dijo que las autoridades japonesas recomendaron el miércoles pasado a la gente que vive cerca de la planta que tome yodo estable, como medida de protección contra el riesgo de un cáncer de tiroides en caso de resultar expuesto a radiación. Los reactores de Fukushima comenzaron a liberar radiactividad después de que el tsunami dañara los sistemas de refrigeración.

Mientras los técnicos luchan en Fukushima por evitar una catástrofe, más de 450.000 personas que se quedaron sin hogar debido al terremoto y el tsunami continúan viviendo en escuelas y otros refugios en difíciles condiciones. Según el último balance, el desastre natural provocó más de 20.000 muertos y desaparecidos. Por ahora hay 8.133 fallecidos confirmados, pero la agencia Kyodo señala que, según fuentes policiales, podría haber más de 15.000 víctimas únicamente contando con las de la prefectura de Miyagi.

La posibilidad de que empeore la crisis atómica y se produzca una nube tóxica ha llevado a residentes extranjeros en Tokio a dejar la capital e irse al sur del país o salir de Japón, por lo que se han agotado los billetes de avión a algunos destinos.

Avión para los españoles

Ante esta situación, el Gobierno español puso a disposición de sus nacionales en Japón un avión Boeing 747, que tiene previsto salir de Tokio hoy a las 9 de la noche (ocho horas menos en la España peninsular) para "facilitar el regreso" a España de quienes estén interesados.

Portavoces de la Embajada insistieron en que "no se trata de una evacuación sino de facilitar el regreso" a quienes quieren volver a España y no han podido hacerlo. En Japón hay unos 1.800 españoles inscritos en el consulado. Si se suman los que no están registrados y los que se encuentran de paso, la cifra de españoles asciende a unos 2.500, según la misma fuente.

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